Sucedió el 7 de agosto del 2021. Una boda que demuestra que el buen gusto, la elegancia y la diversión pueden ir de la mano. Naturaleza, barra libre de tatuajes, buena música y muchas sorpresas. Aquí, un pedacito de lo que fue ese día gracias a las preciosas imágenes que hizo Robert Marcillas e Isabel Alcaine.
Ambos son una pareja muy cosmopolita de Barcelona pero sin embargo, para celebrar uno de los días más importantes de su vida, decidieron hacerlo en una finca rural a unos 170 km de la capital, en Mas Terrats. Una masía centenaria restaurada envuelta por un entorno natural precioso. Piscina, un campo de olivos dónde hicieron el cóctel y un bosque de ensueño dónde instalaron esos tipis blancos. Sirvieron para que varios amigos y familiares pudieran alojarse y disfrutar junto a los novios durante todo el fin de semana.
Claudia, Nacho y los familiares más allegados estaban instalados en la casa, así que ahí mismo se vistieron y prepararon. Nacho con chaqué y Claudia con un vestido de dos capas de Otaduy: El interior un lencero de satén con tirantes y encima una segunda pieza de tul rebrodé con mangas, espalda y cola de ensueño.
El peinado que le hizo María Vito no podía ir más acorde con el vestido. Apostó por combinar una bubble ponytail con trenza. Los tocados, de Lito y Lola y la tela de mismo material que su vestido acabaron de poner la guinda a su look.
Y así, radiantes y como sacados de un cuento de hadas, se dirigieron a la ceremonia religiosa. Fue en el Monasterio de Sant Miquel de Fluvià. Una iglesia románica preciosa, llena de luz fue el escenario perfecto para una ceremonia muy emotiva.
El espacio era tan impresionante que con poquitos, pero estudiados arreglos florales, hicieron más que suficiente para decorarlo. El verde del olivo y el eucalipto, los protagonistas. La nota de color, la puso Claudia en su ramo, salpicado por margaritas y por tres hortensias azules a juego con sus pendientes. Estaba preciosa.
A la salida, la alegría y las ganas de celebrar eran más que evidentes…
Y así fue cómo esa diversión y el buen gusto se trasladó de nuevo a la finca. Familiares y amigos se encontraron con un seating plan que seguía el mismo diseño con el que hicieron meses antes la invitaciones, la colección – “ALEGRÍA”. De nuevo, el verde y las pequeñas flores en tonos amarillas y azules. El «buenrollito» en el ambiente ya estaba asegurado.
Sin duda, la gran sorpresa fue la barra libre de tatuajes. Pero tatuajes de verdad. Claudia fue la primera en estrenarlo. “Ara i sempre/Ahora y siempre” una frase muy especial que dice mucho entre ella y Nacho. ¿Qué mejor momento para tatuárselo que justo después de haberse convertirse en Marido y Mujer?
La cena se produjo más tarde en una carpa envuelta por cortinas de luces y árboles iluminados. Las mesas con manteles de cuadros y flores seguían desprendiendo ese aire campestre pero elegante.
Uno de los momentos más emotivos en la carpa fue cuando los novios sorprendieron a sus amigos con las placas de madera – “Los Próximos Vosotros”. Una manera divertida y distendida de pasar el relevo a las parejas que se casarán más adelante.
Y así, con luces, música, alegría y más tatoos continuaron su gran día.
Claudia y Nacho, os deseamos las mejores aventuras y todo el amor del mundo. Gracias por haber compartido con nosotras ese día tan especial.
¿Habías visto antes una barra libre de tatuajes “de verdad” en una boda?
__
Lista de proveedores:
Fotografía: @robertmarcillas + @isabel.alcaine.bodas
Lugar: @masterrats
Vestido: @otaduy
Complementos pelo: @litoylola
Flores: @ohflor.store
Regalos y papelería: @thisiskool_
Tattos: @pffftattoo
Cofundadora de This Is Kool. En 2003 conocí a Mar y a Mariona estudiando Arquitectura y más tarde nos enfrascarnos en montar juntas una tienda de diseño gráfico para eventos. Me encantan las bodas y soy adicta a las revistas de decoración y diseño.